Jeimy Alvarado Meza
Estudiante Periodismo, Universidad Latina
Cuando estamos rodeados por otras personas tomamos decisiones que pueden cambiar la vida que llevamos. Precisamente así conoció Luis Venegas al cigarro, el era un niño, tan solo tenía 10 años.
La presión de grupo es la razón más importante para que un adolescente tome la decisión de hacerse fumador activo. Tener amigos que fumen, tomen alcohol, y hasta que consuman otro tipo de drogas; hace que la reacción social de otros jóvenes sea aun más rápida y sin pensarlo.
En los colegios, aproximadamente uno de cada cuatro estudiantes fuma cigarro. Pero eso es no es todo, de acuerdo al estudio realizado por el Instituto Nacional de la Salud en los Estados Unidos, si un joven inicia el ciclo como fumador activo antes de los 21 años de edad, se estima que a esta persona le va a ser mas difícil dejar el fumado en el futuro.
Luis tiene casi 19 años, y hoy no solo es un fumador activo de tabaco sino también de otras drogas como la marihuana. Él está seguro que el cigarro es indispensable en su vida, lo acompaña en los momentos más difíciles, sobre todo en los días de exámenes “cuando uno está más estresado”.
El cigarro es lo que está de moda, y aunque jóvenes como este ya lo incorporan entre sus actividades diarias, para otros es un pasatiempo que se encuentra solo cuando los amigos fumadores están presentes. La aprobación social es lo más importante, y así el cigarro se ha convertido en el amigo más pura vida.
Aunque un estudio reciente de la Organización Mundial de la Salud asegura que la edad promedio de muerte debido al consumo del tabaco es entre los 60 y 65 años; científicos de la misma organización aseguraron que si la iniciación del fumado es previa a los 21 años, el promedio de enfermedad será a una edad aun más joven.
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